Después de pasar toda la noche durmiendo cuando despertamos nuestro cuerpo necesita reponer los niveles de glucosa en sangre para empezar el día con energía. Según los especialistas en nutrición, un desayuno saludable debe contener lácteos (leche, yogur o queso fresco), carbohidratos complejos (pan o cereales integrales), fruta y proteínas (huevos, frutos secos o jamón).
La proteína que consumas a primera hora del día te ayudará a sentirte saciado, evitarás la sensación de tener el estómago vacío y por tanto evitarás el picoteo de media mañana. Si acompañas tus desayunos con jamón aportarás a tus platos sabor y salud por ser un producto con un alto valor nutricional rico en minerales como el hierro, zinc, calcio, fósforo, magnesio, vitaminas del complejo B (vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6) y vitamina D.
Lo bueno del jamón es que puedes combinarlo con varios alimentos y disfrutar de desayunos variados, nutritivos y fáciles de hacer que podrás tomar incluso entre semana cuando el tiempo disponible para estar en la cocina es más limitado.
El clásico melón con jamón
Aunque es un plato más propio de la comida o la cena, también puede ser una opción muy saludable para los desayunos, sobre todo si vamos con el tiempo justo. El melón le da un toque fresco, ideal para los meses más calurosos del año. Combínalo con un café o té con leche desnatada y ya tendrás una comida con todos los nutrientes necesarios para afrontar la mañana.
Croissant a la plancha con jamón y queso manchego
Si tienes tiempo y eres un manitas de la repostería puedes hacer croissants caseros, si no la opción más sencilla es comprarlos en una pastelería. En una plancha echa un poco de aceite de oliva para tostar un poco el croissant. Cuando esté a tu gusto añade el jamón y el queso manchego. El calor hará que el queso se funda y le dé al plato un sabor delicioso.
Tostada con aceite, jamón y aguacate
Esta es una versión ampliada del clásico pan con tomate, aceite y jamón. En una tostada integral pon unas gotas de aceite de oliva y restriega un diente de ajo. A continuación, añade con la ayuda de un tenedor un aguacate que esté bien maduro, después el tomate y por último una o dos lonchas de jamón.
Crepe con cama de tomate, jamón y mozzarella fresca
Al igual que con el croissant también puedes comprar la masa para crepes en el supermercado si quieres ahorrarte tiempo en la cocina. Vierte un poco de masa en una sartén hasta que se dore. Cuando esté listo añade en una mitad del crepe el tomate cortado en dados, un par de lonchas de mozzarella fresca (puedes añadir un poco de orégano y aceite de oliva) y después un par de lonchas de jamón.
Huevos benedictinos con jamón
Este desayuno es un poco más elaborado por lo que es mejor dejarlo para los fines de semana. Lo primero es poner a hervir los huevos en una olla de agua con una cucharada de vinagre. Agregamos uno o dos huevos y dejamos hervir durante tres minutos teniendo cuidado de que no se revienten. Mientras, hacemos la salsa holandesa poniendo en un bol tres yemas de huevo con una cucharada de agua.
A continuación, lo batimos todo sobre una olla caliente al baño maría y añadimos 150 gramos de mantequilla, un poco de sal y una cucharada de limón. Mezclamos todo hasta que se derrita totalmente la mantequilla. Después en una rebanada de pan tostado ponemos el jamón, el huevo y la salsa holandesa por encima. Con este completo desayuno no sentirás la necesidad de invadir la nevera a media mañana y aguantarás sin problemas hasta la hora de la comida.
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