Las proteínas son macronutrientes esenciales sin los cuales no funciona correctamente el cuerpo.
Estos macronutrientes, que adquirimos consumiendo alimentos, son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo.
- Ayudan a la formación de los músculos, de la piel, del cartílago, de los tendones…
- Aseguran el transporte de oxígeno por la sangre a través de la hemoglobina.
- Tienen una función reguladora, como es el caso de la insulina que regula los niveles de glucosa en la sangre.
Las proteínas también tienen una función defensiva ya que generan la formación de anticuerpos que luchan contra los antígenos agresores para impedir las enfermedades.
¿Qué alimentos nos aportan proteínas?
Si hablamos de proteína de origen vegetal, ésta se puede encontrar en alimentos como: legumbres (garbanzos, lentejas o soja), frutos secos, algas (espirulina), hongos y cereales (quinoa o avena en grano).
Respecto a la proteína de origen animal, se puede encontrar en: carne, pescado, marisco, huevo, leche y derivados lácteos.
¿Qué diferencias hay entre la proteína de origen vegetal y la de origen animal?
Las proteínas de origen animal son ricas en aminoácidos esenciales y tienen una mayor digestibilidad que las proteínas de origen vegetal, ricas en fibra. Los alimentos que aportan proteínas vegetales no suelen tener todos los aminoácidos esenciales necesarios. Por tanto, es recomendable combinarlos con otra proteína vegetal para conseguir no sólo el aporte correcto sino también una proteína de igual calidad que la de los alimentos de origen animal. Por ejemplo, asociando legumbres con semillas o cereales como las lentejas con arroz.
¿Todo el mundo necesita proteínas en la dieta?
Todo el mundo debe comer entre 50 y 75 gramos de proteína al día.
Idealmente tendrían que venir de varios tipos de alimentos, tanto de origen animal como vegetal. En el caso de las personas con una alta actividad física se necesita un mayor aporte proteico pero ante todo tienen que incrementar su aporte en hidratos de carbono ya que es la principal fuente energética del músculo. Después es muy relevante el aporte proteico adecuado para mantener en forma la estructura muscular y el resto de funciones del organismo.
Un mayor aporte proteico será de importancia en el momento de la infancia y la adolescencia, la gestación y la lactancia. También en situaciones de estrés o de alguna patología.
¿Cómo debemos repartir su consumo a lo largo del día?
Se recomienda consumir proteína en cada comida:
- Por la mañana: un lácteo como un yogur o queso fresco.
- A media mañana: unos frutos secos.
- A medio día: una ración de proteína animal o vegetal como carne o legumbre
- Un lácteo con la merienda.
- Cena: una ración de proteína animal por ejemplo huevo o pescado.
Todo esto complementado durante el día con una o dos cucharadas de semillas como el sésamo, la chía o la calabaza que podemos añadir tanto a ensaladas como al yogur, por ejemplo.
No dudes en incluir jamón Serrano o Ibérico en tu dieta, su consumo diario en cantidades adecuadas es muy beneficioso para tu organismo.