Una de las primeras recomendaciones que escuchan las mujeres que se quedan embarazadas es que deben cuidar su dieta y dejar de comer algunas cosas que podrían afectar al desarrollo del feto. Entre esos alimentos que deben descartar durante los 9 meses de gestación se encuentra el jamón, ya que su consumo podría transmitir la enfermedad de la toxoplasmosis.
Sin embargo, un estudio llevado a cabo por el Centro Tecnológico Andaluz del Sector Cárnico en colaboración con la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), concluye que el parásito que provoca la toxoplasmosis muere debido al proceso de curación del jamón, la sal y las características de la grasa del jamón. Los investigadores afirman que comer jamón no conlleva ningún riesgo para las mujeres embarazadas, por lo que podrían incluirlo en su dieta y seguir disfrutando de su sabor durante todo el embarazo, sin necesidad de congelarlo previamente.
Este no es el único estudio que concluye que las mujeres embarazadas pueden comer jamón. En 2016 un grupo de científicos de las universidades de Granada y Valencia desarrollaron una técnica para detectar la presencia del parásito Toxoplasma gondii en el jamón, responsable de causar la toxoplasmosis. Los resultados, que han sido publicados en la revista científica Food Microbiology, han demostrado que si se sigue el proceso de curación tradicional con sal marina sin añadirle nitritos y se cumplen los tiempos de curación que establece la normativa europea, el potencial infeccioso del parásito desaparece.
Para el estudio se analizaron 475 muestras de jamón serrano en formato lonchas y tacos. Los resultados obtenidos mostraron que “la prevalencia de Toxoplasma gondii en el jamón analizado varió desde el 0% al 32,35% de las muestras, dependiendo de la empresa productora, y que el 4,84% de las muestras positivas fueron infectivas en modelos de ratón, es decir, provocaron la infección al animal”.
Una gran noticia para las embarazas que ya no tendrán que privarse durante 9 meses del sabroso y exquisito sabor del jamón, como el que elaboramos en Nico Jamones desde hace más de 50 años. Nuestro producto es el resultado del trabajo bien hecho, en el que aunamos tradición, búsqueda constante de la calidad y el uso de la tecnología más avanzada.