Buenas noticias para los amantes del jamón que quieran hacer dieta para quitarse esos kilos de más y les cuesta prescindir de este manjar de la gastronomía española. Rubén Bravo, nutricionista del Instituto Médico Europeo de la Obesidad ha elaborado una dieta para perder de 4 a 6 kilos en un plazo de cuatro semanas en la que no están prohibidos ni el jamón ibérico ni el vino tinto, que se pueden consumir a diario.
El jamón es un alimento muy completo que nos aporta hierro, zinc, calcio, fósforo, magnesio, vitamina D y varias vitaminas del grupo B. Por su parte, el vino tinto es rico en minerales como el litio, magnesio, potasio, zinc y calcio, y su consumo moderado ayuda a reducir el riesgo cardíaco y el colesterol. Esta dieta no consiste en comer exclusivamente jamón y vino, sino que se debe combinar con otros alimentos saludables como las frutas, verduras, el pescado, la carne o el pan, siempre que sea integral.
Para seguir esta dieta y obtener resultados Rubén Bravo sostiene que es necesario cumplir una serie de requisitos y poner límites en el consumo de algunos alimentos:
- El pan solo se puede tomar en el desayuno acompañado de dos lonchas de jamón ibérico, té o café descafeinado (con leche desnatada) y una pieza de fruta como manzana, naranja, pera, fresas o melocotón.
- El vino también se debe consumir con moderación. El límite para mujeres es de una copa de 150 ml al día, mientras que los hombres pueden tomar dos al día, una en la comida y otra en la cena.
- Es muy importante no saltarse el almuerzo ni la merienda. Lo recomendable es tomar una pieza de fruta, excepto plátano, un yogur desnatado o un puñado de frutos secos. Se puede acompañar con un café solo o infusión.
- En las comidas siempre se debe incluir pescado o carne a la plancha y verduras.
- En las cenas el jamón está permitido, pero limitando su cantidad a un par de lonchas de unos 15 gramos cada una. Se puede combinar con un plato de carne o pescado y de postre una onza de chocolate negro puro.
- Se debe combinar la dieta con la práctica de alguna actividad física, como caminar durante 1 hora tres veces por semana.
En cuanto al tipo de jamón que se puede incluir en esta dieta, Bravo señala que el jamón ibérico de bellota es la mejor opción por su alto contenido en grasas insaturadas que son las más beneficiosas para el organismo, ya que contribuyen a aumentar el colesterol bueno y a reducir el malo. Pero si nuestro presupuesto no nos permite comer jamón ibérico a diario podemos sustituirlo por jamón serrano.
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