Los ácaros del jamón son pequeños arácnidos que proliferan en ambientes con humedad y poca ventilación, especialmente en jamones de larga curación. Aunque su presencia no es un indicativo de un mal proceso de maduración, su aparición puede comprometer la textura y el aroma del producto. Desde Nico Jamones, te explicaremos por qué aparecen los ácaros en el jamón, cómo prevenirlos y eliminarlos de manera efectiva.
Por qué aparecen ácaros en el jamón
Si al observar tu jamón, encuentras pequeñas motas blancas que se mueven o una capa de polvo marrón similar al serrín, lo más probable es que sean ácaros. También conocidos como “piojillos”, aparecen debido a varios factores ambientales que favorecen su proliferación:
- Humedad elevada: los ácaros necesitan un entorno húmedo para sobrevivir y reproducirse, por lo que un jamón almacenado en un lugar con un nivel de humedad alto será más propenso a sufrir esta plaga.
- Falta de ventilación: si el aire no circula adecuadamente, se crea un microclima ideal para estos parásitos.
- Maduración prolongada: los jamones de curación larga son más susceptibles ya que pasan más tiempo expuestos a posibles infestaciones.
- Temperaturas inadecuadas: los ambientes cálidos favorecen el crecimiento de los ácaros.
- Acumulación de polvo: el polvo puede contener huevos y larvas de ácaros, facilitando su propagación.
Cómo prevenir la aparición de los ácaros en el jamón
Prevenir la aparición de los ácaros en el jamón es clave para mantener su calidad y sabor intactos. Algunas de las medidas preventivas que se pueden adoptar son:
- Controlar la humedad y la temperatura. Almacena el jamón en un lugar seco a una temperatura no superior a los 15 °C con el fin de impedir la proliferación de los ácaros.
- Garantizar una buena ventilación. Evita espacios cerrados sin circulación de aire. Si el jamón está colgado, es aconsejable que haya suficiente separación entre las piezas para permitir una ventilación adecuada.
- Cubrir el jamón con film transparente. Esto impedirá la acumulación de polvo y la entrada de ácaros.
- Aplicar grasa o aceite en la superficie. Frotar el jamón con aceite de girasol o manteca de cerdo crea una barrera protectora que dificulta la aparición de ácaros.
- Limpiar periódicamente la zona de almacenamiento. Retira el polvo, mantén una higiene adecuada y evita la acumulación de residuos de otros alimentos en el espacio donde se almacena el jamón, ya que pueden atraer plagas.
- Desinfectar los utensilios para cortar jamón. Una limpieza a fondo del jamonero, el cuchillo y otras herramientas ayudará a prevenir la aparición de ácaros.
Cómo eliminar ácaros del jamón de manera fácil y sencilla
Si los ácaros ya han invadido el jamón, dependiendo de la gravedad de la situación, se pueden seguir algunas técnicas para eliminarlos sin que afecte a la calidad del producto.
La aplicación de grasa caliente es uno de los métodos más efectivos. En un jamón que no haya sido cortado aún, calienta manteca o aceite de girasol y embadurna la zona afectada. Si la pieza de jamón ya está abierta, retira primero las partes infestadas. En ambos casos, la grasa líquida penetrará por las grietas y asfixiará a los ácaros. Una vez que se solidifique, formará una capa protectora. Por su aroma y sabor neutro, recomendamos utilizar aceite de girasol, en lugar del de oliva. No olvides seguir nuestros consejos sobre cómo conservar un jamón una vez abierto para garantizar su frescura y calidad durante todo el año.
Eliminar la capa externa del jamón es una opción adecuada en el caso de que los ácaros hayan afectado solo la parte superficial. Corta una capa con un cuchillo afilado y aplica aceite para proteger la zona expuesta. Asimismo, se puede realizar un cepillado manual en los casos leves de infestación. Para ello, utiliza un cepillo para frotar la superficie del jamón y eliminar los ácaros visibles. Es recomendable hacerlo en un lugar aireado para frenar la propagación de los restos.
Métodos no recomendados:
A la hora de eliminar los ácaros del jamón, es importante evitar ciertas prácticas que, aunque parezcan efectivas, pueden dañar la calidad del producto o incluso generar riesgos para la salud. A continuación, te explicamos por qué algunos métodos no son recomendables:
- Uso de productos químicos: la aplicación de acaricidas o compuestos químicos en entornos domésticos puede dejar residuos tóxicos que afectan a nuestra seguridad como consumidores.
- Lavado con agua templada: aunque podría parecer una solución, mojar el jamón puede aumentar su humedad, creando un ambiente propicio para la proliferación de los ácaros y afectando negativamente su sabor y textura.
- Congelación: los ácaros pueden sobrevivir a bajas temperaturas, por lo que congelar el jamón en nuestras casas no garantiza su eliminación y puede deteriorar las propiedades organolépticas del producto.
¿Se puede consumir el jamón una vez eliminados los ácaros?
Se puede siempre y cuando la infestación haya sido superficial, se haya retirado la zona afectada y realizado un proceso adecuado de eliminación de los ácaros. En los escenarios en los que la plaga sea muy profunda, exista riesgo de alergias o el jamón cambie drásticamente de textura, color o sabor, lo mejor será no consumirlo y deshacernos de él.
Si quieres evitar problemas con cualquier tipo de plaga opta por los jamones loncheados y envasados al vacío. Se trata de uno de los formatos más seguros, ya que proporciona una barrera física contra los ácaros y otros microorganismos, se manipulan siguiendo protocolos de higiene estrictos y se ofrecen listos para el consumo, lo que disminuye la posibilidad de una plaga. ¡Disfruta de tu jamón sin preocupaciones!