Cuando hace mucho frío y tomamos un buen caldo de hueso de jamón enseguida sentimos que el cuerpo entra en calor, se reconforta y recupera la energía. Además de ser uno de los mejores platos para combatir los días más fríos del invierno y recomendado por los médicos para recuperase de un resfriado o una gripe, el hueso del jamón también es bueno para el corazón, según un estudio del Instituto de Agroquímica y Tecnología Alimentaria del CSIC y publicado en la revista científica Journal of Agricultural and Food Chemistry.
El grupo de investigadores liderados por Leticia Mora, simularon las condiciones de cocción y digestión del caldo elaborado con hueso de jamón y ha concluido que durante la cocción las proteínas del hueso del jamón se descomponen en trozos más pequeños denominados péptidos que tienen propiedades antioxidantes. En concreto, han demostrado que los péptidos óseos, procedentes de las proteínas del colágeno y la hemoglobina presentes en el hueso del jamón, tienen capacidades antioxidantes y pueden inhibir las enzimas relacionadas con las enfermedades cardiovasculares, incluso después de someter la muestra a altas temperaturas y a la digestión simulada. Además, los científicos observaron que también se liberaron péptidos bioactivos adicionales que podrían aumentar el beneficio a la salud cardiovascular.
Así que, si tienes una pata en casa que está a punto de acabarse no la tires, puedes aprovechar el hueso del jamón ibérico o serrano para hacer un buen caldo lleno de sabor y salud. Eso sí, cortar el hueso puede ser una tarea completa si no dispones de las herramientas adecuadas, pero siempre puedes llevárselo a tu carnicero de confianza para que lo trocee. En Nico Jamones te proponemos dos recetas de caldo de hueso de jamón para afrontar el invierno a la vez que disfrutas del sabor del jamón ibérico o serrano.
Caldo de jamón ibérico y tuétano
Ingredientes:
-2 muslos de pollo o pavo
-Media pechuga de gallina
-2 huesos de caña
-1 hueso de jamón
-2 puerros
-2 zanahorias
-Apio al gusto
-Agua, sal y pimienta
Ponemos en una olla los dos muslos de pollo o de pavo, la media pechuga de gallina, el hueso de jamón y el hueso de caña y lo cubrimos todo con un litro de agua. Añadimos un poco de sal y pimienta y lo ponemos en el fuego. Cuando empiece a hervir irá soltando una espuma que habrá que retirar. Cuando veamos que ya no echa espuma incorporamos las verduras enteras o cortadas en trozos grandes y lo dejamos durante 30 o 40 minutos hervir a fuego medio y tapado. Una vez que termine la cocción apartamos la carne (la puedes utilizar en otro momento para elaborar croquetas) y si lo deseas puedes incorporar al caldo fideos o un huevo duro. Puedes aprovechar la carne de la gallina para incorporarlo al caldo y también la carne del tuétano que hay dentro del hueso de caña y comerlo de aperitivo en unas tostadas con sal y pimienta.
Caldo con hueso de jamón serrano y espinazo
Ingredientes:
-1 espinazo
– 1 hueso de jamón serrano
– 1 muslo de pollo
– 1 puerro
– 1 zanahoria
– 1 patata
– Agua
– Sal al gusto
En una olla con agua colocamos el espinazo, el hueso del jamón, el muslo de pollo y las verduras enteras. Cubrimos todo con agua y ponemos el fuego fuerte hasta que empiece a hervir. Bajamos el fuego y lo dejamos cociendo de 40 a 45 minutos con el fuego bajo. Cuando esté listo sacamos los dos huesos y desmenuzamos la carne que hay en su interior para incorporarla al caldo junto con las verduras cortadas en trozos o enteras. El hueso del jamón le aportará mucho sabor a la sopa, pero si te gusta más sabroso añádele sal y pimienta al gusto.
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