Estas patatas no tienen mucha complicación, pero si requieren algo de tiempo, por lo demás, la recompensa será grande ya que siguiendo estos pasos conseguiremos unas patatas al horno que serán crujientes, y cremosas al mismo tiempo.
En esta ocasión hemos contado con lonchas de jamón de cebo ibérico cortado a mano, porque realza inmensamente un producto tan humilde como las patatas, elige patatas de guarnición pequeñas y del mismo tamaño aproximadamente, porque eso te facilitará mucho la elaboración de la receta.
Un puñado de romero, una cabeza de ajos y un buen aceite de oliva harán el resto.
Ingredientes / para 4 personas:
. 4 patatas de guarnición por persona
. Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
. Aceite de oliva virgen extra
. 1 cabeza de ajos
. Romero fresco
. 20 g de vinagre
. 100 g de jamón ibérico cortado a mano
Elaboración
Ponemos las patatas lavadas y sin pelar a cocer en una olla, cubiertas de agua y ligeramente saladas.
Cocemos durante 15minutos desde el momento en que comience al agua a hervir. Las escurrimos.
Mientras cuecen vamos precalentando el horno a 190º C calor arriba y abajo con ventilador, si lo tienes.
Extendemos las patatas en la bandeja del horno de tal manera que queden unas al lado de las otras bien extendidas.
Regamos con un chorrito de aceite de oliva y salpimentamos.
Horneamos a 190º C durante 25 minutos en el centro del horno.
Retiramos las patatas del horno y aplastamos muy ligeramente las patatas con una paleta de cocina. Se trata de cascarlas un poco, no de aplastarlas. Así conseguiremos unas patatas mucho más crujientes. No debes pasarte o tendrás puré de patatas.
Pasamos las patatas a una sartén y las rehogamos a fuego fuerte durante 5 minutos con 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, hasta que veamos que se doran.
Las pasamos a una fuente de horno regamos con un chorrito de vinagre de vino y volvemos a hornear a 210º C durante 12 minutos.
Apagamos el horno y sacamos la fuente ponemos las lonchas de jamón ibérico cortadas a mano sobre las patatas y metemos 5 minutos más en el horno apagado para que con el calor residual se cocinen un poco.
¡Ya tenemos nuestras maravillosas patatas! Son perfectas para utilizar de guarnición de cualquier plato, súper aromáticas, jugosas por el interior y súper crujientes por fuera, no creo que tenga que decir nada más.