En Nico Jamones hemos evolucionado desde nuestros orígenes para ofrecer la máxima calidad a nuestros clientes en el mundo del jamón serrano, el jamón ibérico y los embutidos selectos. Así desde 1960 hemos mantenido una continua batalla por innovar y estar al día, pero sin olvidar la máxima de cuidar la selección y el factor humano que nos han distinguido siempre.
Esta identidad que nos define hemos decidido que también pueda quedar registrada, no solo en nuestro ADN como compañía, sino en nuestra imagen. Por ello nos hemos decidido a realizar un ambicioso restyling de nuestra identidad corporativa que sepa también reflejar ese hecho; la calidad, el esfuerzo, el trabajo bien hecho y el cariño por lo auténtico y artesano. Una conjunción de valores difícil de transmitir, pero en la que hemos confiado a la hora de rediseñar nuestra marca.
Y estamos orgullosos de lo que hemos conseguido, una imagen sólida que, manteniendo nuestras raíces y nuestro origen, nos introduce de lleno en el siglo XXI, una era en la que se exige mucho a una compañía dedicada a la alimentación y, especialmente, a algo tan nuestro como es el jamón. Una esmerada combinación de pasado, de nuestra historia, nuestra familia y tantos y tantos años de dedicación.
Estamos orgullosos de nuestro presente, de nuestra capacidad, del crecimiento, de la exportación, de estar presentes en más de 40 países representando no solo a Nico, sino a la tradición culinaria española. Y, como no podía ser menos, de nuestro futuro, porque esperamos estar siempre, como hoy, atentos a las innovaciones, mejoras y trabajo que nos queda por delante para estar siempre a tu lado con los mejores productos.
Son muchas cosas, muchas sensaciones y un completo mundo de valores que, creemos, hemos conseguido con el rediseño de nuestra marca, para que no solo nosotros seamos conscientes de nuestro afán de evolución y mejora, sino para que consumidores, proveedores y distribuidores, puedan verlo reflejado en nuestra nueva imagen.